Internet de las cosas: Las cosas conectadas

Relojes que se conectan con celulares inteligente, drones ambulancia que salvan vidas de personas infartadas, franelas que miden cuantas calorías pierdes mientras entrenas y que te pueden avisar si corres el riesgo de un infarto cardíaco.

El futuro ya llegó, cada día son más numerosos los lanzamientos de productos inteligentes que se comunican entre ellos y la red.

El internet de las cosas se refiere a la tendencia actual de diseño de productos y servicios que utilizan la interconexión de objetos cotidianos con el internet y otros objetos para satisfacer una necesidad.

Este mercado está en crecimiento y existen grandes competidores que se disputan su pedazo del pastel, que se espera para el 2020 represente más de 1 billón de dólares en ventas para toda la industria.

Ya en el 2014 se vendieron aproximadamente 2.000 millones de dispositivos inteligentes y para el 2020 se espera sean vendidos más de 8.000 millones de dispositivos.

Todo servicio de internet de las cosas tiene 3 procesos y componentes claves:

1. Sensores: que miden en tiempo real cambios en el ambiente, valores o en otros procesos, estos sensores se asemejan a los terminales del sistema nervioso humano. Van desde GPS, acelerómetros, inclino metros, brújulas digitales, sensores medidores de: temperatura, humedad, acústica, gases, caudal, corriente y proximidad.

2. Conectividad: las señales captadas por los sensores son transmitidas a la red por bluetooth, wifi, infrarojo y cable de red.
3. Gente y procesos: toda esa información es utilizada por sistemas (o servicios) que integran data, personas y procesos para optimizar la toma de decisiones.

La combinación de esos tres componentes ha sido usada por grandes compañías para crear productos y servicios que facilitan nuestras vidas.

Amazon creo el Amazon Echo y una versión portátil: el Amazon Tap And Ask, dispositivos inteligentes con un diseño elegante que se transformaron en el asistente personal que debe tener cada familia, el producto con conexión a la red es capaz de reproducir música, responder cualquier pregunta, dar pronósticos del tiempo, conseguir taxis o Ubers y crear lista de recordatorios para sus usuarios.

Intel también creo el concurso “Make it wearable” cuyo objetivo era diseñar una prenda de ropa o accesorio inteligente que usara un microprocesador Intel, participaron miles de proyectos por los primeros tres lugares.

El proyecto Nixie ganó el primer premio de 500.000 dólares, es la primera cámara brazalete que puede volar como un dron y grabarte a donde quiera que vayas, orientada a deportes extremos como ciclismo de montaña y podría tener otras aplicaciones

El tercer lugar lo ganó el equipo de ProGlove por sus guantes inteligentes con diversos sensores de localización, temperatura, ruido, humedad y lectores de códigos de barras que prometen facilitar el trabajo de los trabajadores en la industria.

Otros productos se orientan a resolver problemas de las ciudades como es su movilidad, el servicio Street Line facilita el proceso de estacionar carros, utiliza sensores en los puestos de estacionamiento para indicarle al conductor donde se encuentra el puesto libre más cercano por medio de una app en el celular. De esa manera se reduce la congestión vehicular en estacionamientos que se cree en algunas ciudades puede generar el 20% del tránsito.

También existen numerosos ejemplos de aplicaciones del internet de las cosas en la salud, donde a pacientes ancianos se les colocan brazaletes que miden en tiempo real y donde quiera que sus valores vitales y envían resúmenes al doctor para su seguimiento.

Los futuros retos de la industria son dos: primero, reducir los costos de estos componentes para facilitar su acceso para más personas y segundo expandir y optimizar las redes que utilizan estos servicios ya que la data de transferencia será mayor y requerirá grandes inversiones en este campo.

Las posibilidades son infinitas, un mundo más interconectado, eficiente y productivo está muy cerca.

Elaborado por: Ing. Rojas, Pedro.